Una persona muy inteligente dijo una vez “La necesidad es la madre de todas las invenciones” y tenía razón, la mayoría de las cosas que existen actualmente nacieron de la necesidad de una persona o un grupo de personas, las lavadoras existen porque las personas ya no deseaban lavar a mano, los autos porque era una necesidad moverse de una forma más óptima y así sucesivamente, sin embargo, Albert Einstein con esa frase no se refería a que la necesidad en si misma debía ser el motor del desarrollo.
Vivimos en un mundo donde podríamos tener la percepción de que ya todo fue creado, de que ya todo existe y que por ende crear o desarrollar algo innovador es además de complejo, imposible, pero la realidad es que no es así, aún queda mucho por hacer. Si consideramos que cada ser humano es único y nuestros pensamientos y creatividad son únicos entonces encontraremos que somos capaces de desarrollar diversas ideas.
El problema o al menos uno de los grandes problemas de los nuevos emprendedores se presenta cuando se empieza a emprender desde la necesidad o desde la desesperación. Imaginemos el escenario donde una persona odia su empleo o al menos odia el horario laboral, no soporta el tráfico que debe seguir ida y vuelta para ir a trabajar de lunes a viernes y adicionalmente no lo motiva la misión de la organización para la cual labora, obviamente el resultado será una productividad muy baja. Muchas de estas personas deciden emprender su propio negocio, pero no lo hacen porque realmente se sientan emprendedores, sino, porque ya no toleran la rutina, cabe preguntar ¿Están haciendo lo correcto? La respuesta puede ser tan compleja como las razones individuales que motivan a cada persona, pero las personas de este grupo que fracasan lo hacen generalmente porque no comprenden la cantidad de responsabilidad y tiempo que se debe invertir a un emprendimiento durante los 2 primeros años. El emprendimiento no es una carrera de velocidad sino de resistencia, si eres una de las personas que desea emprender porque ya no desea ser empleado ten en cuenta las siguientes recomendaciones:
El mundo del emprendimiento es maravilloso, emprender significa muchas cosas diferentes para cada emprendedor, pero si no te preparas ante de emprender las probabilidades de fracaso son más grandes. Obviamente el fracaso es totalmente válido y siempre se aprende, pero si en tus manos tienes herramientas para evitar el fracaso entonces ¡Usa esas herramientas! No emprendas desde la desesperación, no te traerá nada bueno, en cambio emprende desde la pasión, desde la motivación y especialmente rodéate de personas que estén tan motivadas como tú.
Por Jonathan Castro
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