El emprendedor tiene una meta en mente: lograr que su idea se convierta en un negocio exitoso y sirva de inspiración para otros. Pero ese mismo proceso de desarrollar la idea y mostrarla en muchos lugares hacen que el emprendedor no considere tomar espacios para descansar o tomar un respiro que le permita ver todo con una mayor perspectiva e incluso revisar si todos los pasos que está llevando a cabo están bien.
Es bastante común escuchar que en el mundo del emprendimiento se trabaja los 7 días de la semana, más de 10 horas diarias y los 365 días del año ¿Pero esto es sinónimo de productividad? Claro que no lo es.
Gran parte de los países en desarrollo se alejan cada vez del concepto de muchas horas de trabajo porque estudios recientes han demostrado que la productividad no tiene nada que ver con largas jornadas de trabajo. América Latina está despertando a este proceso que además se ve muy influenciado por las características de los millennials que son la generación que se está incorporando al mundo laboral con fuerza. Cuando eres emprendedor es indispensable, así como lees, tomar pausas, descansos, recesos, no solo como personas sino también como negocio, por eso te mencionaré algunas recomendaciones:
Cada oportunidad de descansar o de respirar un poco no puede considerarse una amenaza para el emprendedor, al contrario, es un momento para revisar los procesos, para evaluar cada estrategia y sobre todo para cuidar el vehículo que te permite desarrollar todo lo que estás haciendo, tu cuerpo. |
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