“La bodega de la esquina”
La empresa multinacional de tiendas por conveniencia había ingresado al país hacía sólo tres meses atrás y los resultados obtenidos eran de los mejores. El plan de expansión en la ciudad seguía a paso firme y esta vez tocaba al distrito en el que Isabel ya tenía un emprendimiento que años atrás había establecido: una bodega. Una mañana luego de desayunar, ella se dirige a abrir la bodega, pero antes decide leer el periódico de negocios del día. Entre sorprendida y nerviosa se da con la sorpresa que la tienda por conveniencia en mención había decidido ubicar en su distrito, pocas cuadras de su negocio, su próxima tienda. “¿Y ahora qué voy a hacer?” Se preguntaba mientras se acercaba el primer cliente del día.
Luego de laborar por más de treinta años en la empresa y pasar la edad mínima para jubilarse, Cecilia piensa que ya es momento de lograr su independencia laboral y crear su propia empresa. Sabe que, a pesar de la incertidumbre, a su esposo no le desagradaría la idea. A partir de ese momento, pasa por su mente una serie de futuros escenarios viéndose como jefa, por un lado; mientras que por otro, es consciente que no sabe cómo empezar ni qué tipo de negocio abordar. Por un momento recuerda que tiene una vecina, amiga de años, quien cocina muy bien y es la primera idea que se le viene a la mente. Recuerda también que su esposo tiene un amigo que tiene una empresa en el rubro textil y que podría darle algunos consejos. Está muy entusiasmada con la idea pues sabe que con la experiencia de su esposo, como gerente de una empresa grande, la gestión de la misma podría estar asegurada.
El restaurante del “tío” Fred está a tres cuadras de la oficina donde trabaja Mateo y frente a éste figura otro. Fred abrió su restaurante con la liquidación recibida por laborar muchos años en una entidad del estado. Le gustaba el arte de cocinar y los invitados que llegaban a su casa siempre terminaban por alabar su “buena mano” para la cocina.
¿Realmente necesito un plan?
Un Plan de Negocio (PdN) no garantizará necesariamente el éxito de un proyecto pero, bien elaborado, podría reducir las posibilidades de fracaso.
Caso 1: ¿El fin justifica los medios?
Atardecer de un viernes cualquiera. El tráfico está insufrible, con gente presurosa por llegar a su destino final, sea su hogar o a un encuentro con amigos. Mariela sale de la oficina luego de una ardua semana. Ya en el ómnibus y tranquilamente sentada, de pronto, escucha que se acerca venir una moto. Pero lo que más le sorprende es que utiliza la vereda para desplazarse. Aparentemente algunos transeúntes le reclaman el accionar al conductor y éste parece responderles “¿qué quieres que haga, si hay tráfico?”. Al seguir su rumbo, a lo lejos Mariela alcanza a leer “La puntualidad es nuestra garantía”.
Para nadie es un secreto que Apple es reconocida como una de las empresas más innovadoras del mundo –de acuerdo a la lista de Fast Company, y su ránking del 2018 de las Compañías más innovadoras del mundo”, Apple ostenta el primer lugar, superando a Amazon y a Netflix inclusive. Alguna vez Steve Jobs dijo "Muchas veces, la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo muestras", fundamentando de esta forma, porqué Apple no hacía estudios de mercado. Quedé intrigado con esta apreciación e indagando un poco, encontré algunos productos que Apple había lanzado al mercado y que no había obtenido el éxito esperado. ¿Habría tenido éxito de haber realizado antes un estudio de mercado?
Caso 1: Dos caras de una misma moneda
María tiene que realizar un envío de dinero a su familia que vive en el extranjero. Teniendo una cuenta en dólares en su banco local, decide ir a retirar el dinero en uno de sus cajeros. Prueba en el cajero más cercano pero éste no contaba con dólares. Decide ir a otro y al entrar ve un anuncio “Los cajeros hoy no están atendiendo. Mil disculpas por los inconvenientes causados”. Finalmente recuerda que hay uno tercero cerca –menos mal pues no llevaba el celular consigo- retira el dinero y va a la oficina a realizar la transferencia. Llegado el momento entrega el dinero y la persona quien atiende le devuelve unos billetes por estar “dañados”. Dado esto, decide transferir un monto menor al que había pensado transferir inicialmente. |
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